San Andrés de Teixido, lugar de peregrinación ancestral, es destino de miles de visitantes a lo largo de todo el año. Pero hay dos días especialmente señalados en el calendario, por corresponder con las fiestas que se celebran en este núcleo de población.

ROMERÍAS DE SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

8 de septiembre

San Andrés de Teixido celebra cada 8 de septiembre una jornada festiva que tradicionalmente suponía el cierre de la temporada de romerías. Esta iba del 15 de agosto al 8 de septiembre. En Teixido se mantiene a día de hoy la tradición de celebrar una fiesta en esta fecha, que normalmente combina los componentes religioso y de ocio.

Por eso, además de ceremonias litúrgicas, la programación de fiesta incluye espectáculos musicales y gastronómicos, que se suceden en esos días. Una comisión de fiestas suele organizar una churrascada para los asistentes y, al menos, dos sesiones musicales, para acompañar el vermú y también por la noche. Suele haber actividades en días previos o posteriores, según coincida en el calendario.

30 de noviembre

El día del Apóstol San Andrés es el 30 de noviembre, fecha en la cual se celebra una fiesta con un componente mucho más litúrgico, en el que la misa, la procesión y un acompañamiento musical con gaiteiros acaparan el protagonismo. Son muchos los visitantes que acuden al santuario para celebrar esta jornada, más devota, si cabe, que la fecha anterior. La misa principal del día de San Andrés suele ser a las 12:15 horas y va seguida de la tradicional procesión.

RAPA DAS BESTAS

Último domingo de junio (puede variar)

La Rapa das Bestas de A Capelada es una tradición hecha fiesta. Tradición, porque este evento festivo que se celebra desde 1974 en el Curro da Capelada respondía ya antes de estas fechas a la necesidad de sanear el ganado salvaje que habita a sus anchas por estos montes.

En las rapas, los caballos son marcados, desparasitados y se les cortan las crines. Es un proceso de saneamiento que, sin embargo, por su espectacularidad, es toda una fiesta para los amantes de los caballos, sobre todo en su estado salvaje.

Aunque la fiesta se celebra en una única jornada, los organizadores tienen trabajo días antes, cuando los ganaderos de A Capelada empiezan a agrupar a los caballos que serán sometidos al proceso de saneamiento. Ya juntos, se ve después como estos van avanzando por los montes hacia el curro, donde comienza el ritual de la rapa.

Llegan al curro guiados por los ganaderos, que hacen un cuerpo a cuerpo con los caballos para conseguir apaciguar, aunque sea por unos segundos, ese lado más salvaje y proceder al saneamiento.

Esta acción suele durar una mañana, pero no acaba ahí el evento. Tras una comida en los puestos que suelen estar en la zona, los asistentes continúan la fiesta con pruebas de caballos de montura a lo largo de la tarde.