LEYENDAS

Creación del mundo

Una de ellas, cuenta que Dios apoyó su mano derecha en Galicia tras crear el mundo y que, milenios después, Cristo y Pedro quisieron conocer el lugar en el que había posado esa mano. En el trayecto, llegaron a Teixido, cansados y con sed. Pero en este lugar no había alimentos y no se podía beber. Cristo y Pedro pidieron ayuda al Padre para resolver estas necesidades. Y este les envió una manzana, en cuyo interior se encontraba Santo André, a quien Jesús le encomendó quedarse en ese lugar, prometiéndole agua y que sería visitado por multitudes.

Barca petrificada

Otra leyenda dice que el Apóstol San Andrés llegó a las costas cedeiresas y naufragó. Su barca quedó petrificada, transformándose en la más grande de las Illas Gabeiras. Para compensarlo por esta tragedia, Dios le prometió un santuario, lugar al que todos tendrían que ir para poder entrar en el cielo.

Tristeza del Apóstol

Hay también una leyenda que dice que el santuario de San Andrés de Teixido fue creado por el Todopoderoso para compensar la tristeza que sentía el Apóstol al ver que todos los peregrinos iban hacia Santiago de Compostela. Y para garantizar que recibiera visitas, le prometió que todo el que no fuera en vida a este lugar una vez, tendría que hacerlo después de muerto, tres.

Pero existen leyendas anteriores a la cristianización. Los celtas pensaban que en Teixido estaban las puertas que conducían al más allá. Y por eso, muchas almas viajaban por Galicia hasta alcanzar Teixido, donde atravesaban las aguas para llegar a esa otra vida.